Cuando viví Scrum hace más o menos 2 años, siendo Scrum Master por primera vez, sentí en ese entonces mucha libertad, alegría y ganas de cambiar al mundo. Lo digo y lo sostengo, si no hubiera sido por Scrum, el manifiesto ágil y las metodologías ágiles estaba destinado a ver terminar mis días en software en "lo que mejor se pudiera hacer" pero no en lo que me apasionara.
Había perdido la fe en hacer software y estaba buceando entre tanto material, certificaciones, procesos, y tendencias, a ver en que rollo raro me metía para recuperar el amor por aquello que me hizo cambiar de ser un ingeniero civil (que por lo menos, por título lo soy) a un orgulloso ingeniero de software.
Pero volvamos, yo estaba extasiado (y aun lo estoy), muestra de eso son varios artículos que escribí en la época:
- mi experiencia con scrum - clic aquí -
- Scrum el camino al menor gasto de energía - clic aquí -
- cediendo el mando al equipo - clic aquí -
- entre otros
Y en ese entonces me sentía (y siento) cual prócer de la independencia de Colombia (o suramericano) con ganas de ir oficina tras oficina, evento tras evento divulgando que hay un nuevo modo, un modo transparente, comprometido y liberador de trabajar en nuestro entorno sin soñar con irnos a trabajar a Google u otros similares, que en definitiva se podía ser feliz haciendo software sin sacrificar nuestro tiempo, nuestros amigos y nuestra familia.
Creo que si mal no estoy, iba a escribir un llamado a la lucha, tumbar los esquemas mentales, a derrocar el status quo en que nosotros los ingenieros de software nos hemos metido (ver este post: ¿Compras / vendes /licitas proyectos problemáticos de software?) y que aun lo estamos, en romper paradigmas, etc, Pero fallé, me restringí, dije.
DIOS SANTO.. EL QUE ME LEA DIRA.. "A ESTE MAN SE LE SUBIO AGILE A LA CABEZA OREMOS MUCHO POR EL...."
Lo cierto es que por fin hoy terminé de leer Por un Scrum Popular, - clic aqui - (escrito por Tobias Mayer, traducido y ampliado por Alan Cyment y con un epílogo fabuloso de Angel Medinilla) el cual tiene elementos reveladores y prácticos sobre como adoptar este esquema (SCRUM), que nos permitirá tener mejores resultados. Recomiendo ampliamente este libro (se que me faltan leer muchos), pero vibré con el y me identifico.
Los invito a cuestionar todo lo que hacen, a intentar y fallar, a identificar y crear nuevos modelos y formas de trabajo donde la creatividad y la innovación estallen llevándolos y llevándonos a fronteras inimaginables
BIENVENIDA LA REVOLUCIÓN
SALVE LA ANARQUÍA
SALVE SCRUM
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